"Se calcula que en 2010 había 42 millones de niños con sobrepeso en todo el mundo y las cifras, siguen incrementando".
Tal vez los números por si solos no nos hagan conscientes, pero si miramos a nuestro alrededor, veremos como los hábitos están cambiando. A peor.
~ Parques casi vacíos; es más cómodo controlar a los niños desde el salón de casa y además, "mover los dedos jugando a la consola es muy buen ejercicio físico"
~ Soluciones rápidas para el recreo; unas monedas para comprar algo. "Cualquier niño compraría el bocadillo de jamón o el yogur de sabores en lugar de una apetecible barrita de chocolate", pero como en las máquinas expendedoras sólo hay chocolatinas, el niño sólo tiene que decidir que sabor quiere.
~ Meriendas específicas para niños, tal y como se puede leer en el paquete de bollos del supermercado. " Siendo ricos en vitaminas y leche a quién le importa su contenido en azúcar y grasas saturadas"
~ Niños organizando sus menús de comidas en casa; "nada mejor que el criterio de un niño para llevar una dieta equilibrada"
~ Día en familia al centro comercial. Quien quiere salir en bici a la montaña teniendo piscina de bolas y hamburguesas en un mismo sitio!
Estos son sólo unos ejemplos que, a pocos, les sonará a ironía y lamentablemente, muchos, se verán reflejados. Lejos de sarcasmos el tema de la obesidad es un problema muy serio, pero a pocos parece importarles.
Vivimos una era de conocimiento y rigor científico donde los descubrimientos en temas de nutrición, han dejado demostrado que los alimentos, no sólo sacian el hambre o estimulan nuestros sentidos. Son responsables del rendimiento físico y mental, de nuestra salud y calidad de vida. Sin embargo, aun teniendo más acceso a la información y conocimiento, nuestros hábitos nutricionales han empeorado en apenas un par de generaciones y a día de hoy, la obesidad y sus consecuencias, es la principal causa de muerte en países desarrollados.
¿Qué esta fallando?
Para empezar la EDUCACIÓN EN CASA es fundamental a la hora de crear unos buenos hábitos de vida. El proceso de aprendizaje es clave en el desarrollo de un niño y comer también se aprende. Para ello se necesita tiempo, paciencia y dedicación.
El trabajo fuera de casa de ambos padres o las largas jornadas laborales no deja muchas ganas de "pelear" en la mesa y eso, los niños (que son muy listos), lo utilizan para conseguir sus objetivos. Si se muestra autoridad a la hora de corregir sus comportamientos o su evolución en la escuela... ¿por qué no invertir en educación nutricional y por tanto en su salud?
Llegados a este punto, es esencial el papel de GOBIERNOS Y AUTORIDADES en la prevención de la obesidad infantil y en la educación nutricional de padres, educadores y personal sanitario.
A principios de año se aprobó la ley de seguridad alimentaria y Nutrición. Con esta iniciativa se pretende promover hábitos de vida saludable en colegios e instituciones y realizar los controles necesarios en la industria alimentaria.
Algunas de sus actuaciones son:
- Obligar a la industria sanitaria a reducir las grasas trans en la cadena alimentaria.
- Los centros escolares difundirán buenas practicas nutricionales a través de enseñanzas, supervisión de los menús escolares por profesionales cualificados o la prohibición de venta de aquellos productos que no cumplan con la normativa nutricional.
- Facilitar y promover la práctica de ejercicio físico.
- Regulación de la publicidad.
El incremento de la obesidad infantil en nuestro país se está convirtiendo en un problema sociosanitario de gran relevancia. De esta forma estamos creando una sociedad de enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión, trastornos psicológicos...que supondrá un gasto sanitario superior al del tabaquismo.
Sin embargo, es EVITABLE y esta en mano de todos los colectivos el conseguirlo. Gobiernos, industria, medios de comunicación, padres y profesionales de la salud, tenemos la responsabilidad de educar y trabajar conjuntamente en la creación de unos hábitos de visa saludable.
Porque Alimentarse no sólo es comer, es asegurarse SALUD.
· A continuación, Pautas útiles en la elaboración de la dieta del niño. La elaboración de una dieta equlibrada es posible combinando diversas opciones y no existe un modelo único. Raciones y cantidades variarán dependiendo del niño. Sin embargo, a través de unas sencillas pautas se puede ayudar a diseñar el menú diario.
DESAYUNO
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Lácteos
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Cereales (tostadas, cereales de desayuno...)
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Fruta
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Levantar al niño con el tiempo suficiente para desayunar sin prisas.
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Elegir cereales con bajo contenido en azúcar y puede ser recomendable alternar
pan integral y cereales integrales.
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Fruta mejor entera que en zumo y evitar zumos industriales ( por su
azúcar añadida)
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MEDIA MAÑANA
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- ½ bocadillo, lácteo
o fruta
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- Se debe valorar su conveniencia en función
del tiempo transcurrido del desayuno al almuerzo.
- No tomar bollería
- Llevarse la media mañana desde casa, no es recomendable dar
dinero a los niños para que se compren algo, pues su elección no será la más
saludable.
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COMIDA
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- Arroz, Pasta o Legumbres cocinados con algo
de carne, pescado o huevo y/o verduras.
- pequeña ración de
ensalada
- Pan
- Fruta
- Agua
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- El tamaño de las raciones se deben adaptar
a las necesidades del niño.
- Se puede incluir
todos los alimentos en un plato único + ensalada o elegir 2 platos.
- Las guarniciones
deben ser a base de ensaladas y verduras (evitar patatas fritas)
- No abusar de fritos ni salsas.
- Dar prioridad al pescado frente a la carne (4-5
veces/semana pescado; 3-4 veces/semana carnes)
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MERIENDA
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- ½ Bocadillo o lácteo
o fruta
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- Se debe valorar su
conveniencia en función del horario del niño
- No es adecuado tomar bollos, galletas…
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CENA
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- Sopa o verdura
- Carne, pescado o
huevo
- Pan
- Fruta
- Lácteo
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- La cena debe ser complementaria al almuerzo; Si
elegimos carne en la comida, optar por pescado en la cena.
- Si el niño come en
la escuela es importante conocer sus menús para complementarlos en casa.
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